jueves, 9 de mayo de 2013

Diego Pérez de Camino (ca.1740-1796) - Todo confusión

Villancico de Vísperas a 8 

 

Todo confusión es un villancico a 8 voces (SSAT, SATB), “obue o flauta traversiera”, dos trompas, dos violines y acompañamiento, compuesto para las Vísperas de Navidad. Los villancicos de Vísperas no son frecuentes, ya que no en todas las instituciones religiosas había costumbre de interpretarlos. Lo normal es que se compusiera un villancico de Kalenda para después de la lectura de la Kalenda y ocho villancicos para los Maitines de Navidad. Los villancicos de Vísperas son villancicos solemnes, como los de Kalenda, y como éstos, suelen tratar de un modo dramático la historia de la salvación humana.
Todo confusión se basa en el diluvio universal para exponer, de modo metafórico, la redención del hombre. La humanidad anegada por el diluvio sería como la humanidad condenada por el pecado.
Agostino Carracci (1557-1602) - El diluvio
El villancico consta de tres partes: una breve sección instrumental que sirve de introducción, una sección solista en que el tiple primero, acompañado por la cuerda en “stacatto”, anuncia la venida de la tormenta, y finalmente una sección a doble coro y orquesta en que se expresa dramáticamente el diluvio.
Se trata de un villancico de juventud, compuesto durante su estancia en Burgos, antes de ser maestro de capilla de Santo Domingo de la Calzada en 1763. Se conservan tres ciclos de Navidad que Diego Pérez de Camino compuso en Burgos, posiblemente en 1760, 1761 y 1762. Posteriormente, Camino hizo una versión de este villancico para la festividad de Santo Domingo de la Calzada y para una plantilla más reducida (7 voces, oboe y acompañamiento).