miércoles, 13 de agosto de 2014

Carlos García Martínez (fl. 1691-1720)


Biografía
        Desconocemos el lugar y año de nacimiento de Carlos García Martínez. Debió nacer alrededor de 1670, puesto que en 1691 era lo suficientemente mayor como para componer los villancicos de Navidad interpretados en la catedral de Burgos. Sabemos que fue mozo de coro de la catedral de Burgos, institución en la que, según propia confesión, recibió “la educación y primeros rudimentos de la música”[1]. Sus maestros debieron ser Juan de la Madrid, que ocupó el magisterio de capilla de la catedral de Burgos de 1662 a 1685, y Manuel de Egüés, que ocupó el magisterio de capilla de 1685 hasta 1729. La primera noticia que tenemos de Carlos García Martínez es una petición que hizo en diciembre 1691 para que se le permitiese dirigir, dado que entonces no había maestro de capilla, los villancicos para la fiesta de Navidad que había compuesto junto a otro mozo de coro, Francisco de Torres. Las actas capitulares dicen en concreto:
                          “Compás en el coro. El señor fabriquero propuso que, por falta de maestro de capilla, Carlos García y Francisco de Torres, discípulos suyos y acólitos de esta santa iglesia, tienen hechos diferentes villancicos y salmos para la fiesta de Navidad, que le han dicho que, para darles el aire y consonancia que han menester, es necesario echen ellos el compás, que el Cabildo vea si gusta de eso; y habiéndose conferido, se resolvió eche cada uno el compás en sus obras”[2].

      La ausencia de maestro de capilla se debía a que en octubre de ese año Manuel Egüés se había marchado de Burgos para ejercer el magisterio de capilla en la Seo de Zaragoza[3]. No debió estar muy contento Egüés en su nuevo puesto, ya que en febrero de 1692, antes de que se emitieran edictos para la provisión de la plaza, escribió al cabildo burgalense para que le recibiera de nuevo como maestro de capilla “todos los días de su vida”[4].Las obras que Carlos García compuso para la navidad de 1691 debieron gustar al cabildo, ya que ordenó entregar 150 reales a Carlos García y otros 150 reales a repartir entre Juan García y Francisco de Torres, los otros músicos que participaron en la composición y dirección de la fiesta, en atención al “lucimiento que todos habían visto”[5]. En septiembre de 1692 Carlos García pidió al cabildo de Burgos que escribiese al cabildo de la catedral de El Burgo de Osma para comunicarle que tenía la intención de oponerse al magisterio de capilla vacante en esa catedral[6]. La contestación a esta carta llegó a Burgos el 1 de noviembre[7]. El cabildo de Burgos volvió a escribir otra carta, que llegó a El Burgo de Osma el 17 de noviembre, rogando al cabildo de Osma que tuviese gracia con Carlos García en las oposiciones al magisterio de capilla. Entre finales de septiembre y principios de noviembre de 1692 Carlos García debió conseguir el magisterio de capilla de la colegiata de Vitoria, puesto que las actas capitulares de la catedral de Burgos del 12 de septiembre de 1692 se refieren a Carlos García como “mozo de coro” y en la carta que llegó a Osma el 17 de noviembre aparece como maestro de capilla de Vitoria. Carlos García no ganó las oposiciones al magisterio de capilla de El Burgo de Osma. Fue Mateo Villavieja, natural de Sigüenza (Guadalajara) y entonces maestro de capilla de la colegiata de Daroca (Zaragoza), quien consiguió ser maestro de capilla de El Burgo de Osma. Al año siguiente, en noviembre de 1693, Carlos García, “maestro de capilla de la iglesia colegial de Vitoria”, volvió a acudir al cabildo de Burgos, dado que había sido su “criado”, para que intercediese ante el arzobispo y su provisor y así favorecerle en “la pretensión de un beneficio de media ración a que se halla opuesto en el lugar de Quintanapalla”, localidad cercana a la ciudad de Burgos[8].
            No sabemos hasta cuándo Carlos García fue maestro de capilla de la colegiata de Vitoria. En 1698, cuando trató de obtener la plaza de sochantre de noche de la catedral de Burgos, era capellán y maestro de capilla del monasterio de Las Huelgas de Burgos. El proceso de esta oposición a la sochantría de noche de la catedral de Burgos fue extraño y parece que sucedió algo que se nos escapa. En enero de 1698, sabiendo el cabildo de Burgos que se hallaba en la ciudad Diego Mago, tenor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada, decidió que se le llamara para que examinarle como sochantre de noche. También se decidió llamar a Carlos García, puesto que los canónigos sabían que pretendía la misma plaza. Se determinó entonces que ambos asistieran al coro ese día y al día siguiente para salmear en los oficios y así ser oídos[9]. El maestro de capilla, Manuel Egüés, informó que las voces de los dos pretendientes en realidad no eran de sochantre, sino de tenor, aunque advertía que los dos cantores eran diestros “en cuanto a la inteligencia en la música” y que “habían desempeñado exactísimamente” todo lo que se les había mandado. A pesar del informe positivo del maestro de capilla, el cabildo decidió suspender la provisión de la sochantría “hasta que apareciese alguna persona que fuere a propósito”, aunque, sorprendentemente, dio esperanzas a los dos pretendientes, diciéndoles que les seguirá teniendo presentes para ocupar la plaza[10]. Es comprensible, por ello, que en junio de ese año, Diego Mago escribiera una carta para recordar al cabildo que seguía siendo opositor a la sochantría de noche de la catedral[11]. Como en agosto de ese año el cabildo aún no había encontrado “sujeto conveniente” para la plaza, decidió llamar otra vez a los dos opositores, Diego Mago y Carlos García, para que volvieran a ser examinados[12]. Sin embargo, Carlos García, “capellán del monasterio de las Huelgas”, escribió una carta al cabildo de Burgos en la que avisaba que, en caso de ser elegido como sochantre de noche, renunciaba a la plaza, ya que no deseaba entrar a disgusto de sus compañeros, y más teniendo renta suficiente para vivir[13]. Esta extraña carta indica que en esta oposición ocurrió algo que desconocemos. El cabildo de Burgos eligió finalmente a Diego Mago como sochantre de noche por 26 votos contra cuatro[14].
       El 11 de noviembre de 1698 murió Matías Durango, maestro de capilla de la catedral de Santo Domingo de la Calzada. El 14 de noviembre el cabildo calceatense decidió escribir a Carlos García para que viniese a Santo Domingo. Parece ser que los miembros del cabildo pensaban entonces que Carlos García eran tan solo sochantre del monasterio de las Huelgas de Burgos, por lo que le llamaron principalmente para ocupar la plaza de sochantre, entonces vacante en la catedral. Sin embargo, como sabían que previamente había sido maestro de capilla de la colegiata de Vitoria, se les ocurrió que Carlos García podría ocupar también el cargo de maestro de capilla. El texto de las actas capitulares es el siguiente:
                            “(…) se escriba a D. Carlos García, sochantre en las Huelgas de la ciudad de Burgos, que si gusta de venir a ser oído para sochantre de esta iglesia, se le dará la sochantría colativa, siendo a propósito la voz, y que respecto de haber muerto el día once de este mes D. Matías de Durango, maestro de capilla de esta santa iglesia, y teniendo el cabildo noticia que dicho don Carlos ha ejercido el magisterio en la ciudad de Vitoria, que se le dará junto con la sochantría, para la que se le dará una porción, la que pareciere competente, cumpliendo con ambos oficios”[15].

     Carlos García debió venir a la ciudad de Santo Domingo en mayo de 1699 para cantar y dirigir la música de la fiesta del santo patrón. Al cabildo le debió parecer un sujeto adecuado para ocupar tanto la plaza de sochantre como la de maestro de capilla, por lo que decidió contratarle. Las actas capitulares dicen lo siguiente:
                        “(…) cómo don Carlos García Martínez, maestro de capilla del real monasterio de las Huelgas de la ciudad de Burgos, había venido con un tiple a hacer la fiesta de nuestro Santo Patrón, y que a ella habían asistido otros ministros, como son organista y tenor, y que parecía razonable satisfacerles el trabajo lo que le parecía a el Cabildo, y así mismo dijo que ya constaba a el Cabildo cómo en esta santa iglesia se necesitaba de maestro de capilla, sochantre y tenor, y que le parecía para todo muy a propósito el dicho don Carlos García Martínez, si el Cabildo viniera en ello. Y oída y entendida dicha proposición por los dichos señores, dijeron que se votase sobre ella y sobre el salario que se le había de dar. Y habiéndose votado, parece que la mayor parte de dicho Cabildo y casi todos votaron que se le diese a dicho don Carlos el salario de sochantre sobre como los demás han tenido, y las dos capellanías que vacaron por muerte de don Domingo Ezquerro (…), y así mismo le señalaban y señalaron 60 ducados de vellón en obra y primicia por mitad y casa en que viva, que es la que han vivido los demás maestros. Y los sesenta ducados y casa (…) en ningún tiempo los ha de poder pedir por renta colativa (…) con la carga y obligación de que ha de regentar y servir el magisterio de capilla, componiendo los papeles necesarios, como los demás maestros de capilla, y enseñar con todo cuidado a todos los tiples y ministros de coro, según que se disponga por estatutos de esta santa iglesia, y así mismo con la carga y obligación de ejercer la sochantría respetando el coro y cumpliendo con lo demás de su oficio, como lo han hecho los demás sochantres que ha habido, y cantará los papeles que deba cantar un tenor, que es lo que ha de ejercer cuando se ofrezcan las ocasiones de cantar papeles (…), sin que por el trabajo de lo susodicho pueda pedir otra renta o gaje alguno, mas puede que le tocare en las fiestas y procesiones que la capilla hiciera que no sean de esta santa iglesia con licencia de ella (…)”[16].

        Resumiendo, en el texto se dice que se contrata a Carlos García como sochantre con el mismo salario que los sochantres anteriores, salario que era una renta colativa tomada de dos capellanías. A la vez se le contrata también como maestro de capilla, añadiendo al salario de sochantre 60 ducados más y una casa en que vivir. El cabildo aclara que estos 60 ducados se tomaban de la obra y primicia y no eran renta colativa. Se advierte a Carlos García que, aunque se le contrate para ocupar dos plazas a la vez, no debe descuidar ninguna de ellas, pues a la vez que regentar el coro y cantar durante el oficio, ha de cumplir las obligaciones habituales de un maestro de capilla (dirigir la capilla de música, componer nuevas obras, enseñar música a los tiples y ministros del coro). Además de ello, se exige también a Carlos García que cante como tenor en las obras a papeles cuando sea preciso, sin percibir salario alguno por ello, a excepción de lo que gane la capilla de música cuando salga a cantar en las fiestas y procesiones fuera de la catedral.
        Carlos García actuó como maestro de capilla al examinar a los opositores que pretendían ingresar en la capilla de música de la catedral. Examinó, por ejemplo, a un organista de Cenicero[17], a un tiple de San Asensio[18], a un tiple de Briones[19]. También se le pidió que escribiera a un contralto de Burgos para que viniera a ser oído[20]. En cuanto a la composición de nuevas obras de música, el cabildo le dio permiso en julio de 1701 para que se ausentase unos días del coro para componer los “salmos, magníficas y misas que ya está haciendo para esta santa iglesia”[21]. Sin embargo, el trabajo de sochantre, tenor y maestro de capilla debió ser excesivo y el 4 de noviembre de 1701, Carlos García pidió al cabildo que se le relevase del puesto de sochantre, estando dispuesto a renunciar a la renta colativa[22]. El cabildo, sin embargo, no accedió a esta petición y le recordó que tenía a Feliz de Alzola como ayudante de sochantre[23]. Parece ser que Carlos García había llegado a un acuerdo con Feliz de Alzola, que había sido mozo de coro de la catedral, para que actuase como sochantre a cambio de parte de su salario. Dado que actuaba como sochantre de la catedral, Alzola pidió en mayo de 1702 un salario, pretensión a la que se negó el cabildo, sugiriéndole que le pida más dinero a Carlos García por su trabajo[24]. En enero de 1703, Alzola, que había sido elegido sochantre de la colegiata de Logroño, informó al cabildo calceatense que no deseaba marcharse y que había llegado a un acuerdo con Carlos García para que éste le cediese 20 ducados de su salario a cambio de “regentar y gobernar el coro”. El cabildo se mostró conforme con este acuerdo entre Feliz de Alzola y Carlos García[25].
    En septiembre de 1704 el cabildo dio permiso a Carlos García para que opositase “a la corte de Madrid” con la condición de que regresara antes de la fiesta de la dedicación de la Iglesia y dejara “los papeles necesarios para las fiestas que en su ausencia se ofrecieren y persona que cuide de enseñar a los niños de coro”[26]. Carlos García, sin embargo, no pudo regresar antes de la fecha indicada debido a un cierto “accidente que le ha sobrevenido”, por lo que el cabildo le permitió que retrasase su vuelta hasta la fiesta de todos los santos[27]. Finalmente, a principios de noviembre, dado que había obtenido “una de las capellanías titulares del convento real de las Descalzas” de Madrid, Carlos García se despidió del cabildo de la catedral de Santo Domingo de la Calzada, renunciando a la renta colativa de que disfrutaba para que el cabildo pudiese usar de ella con otros ministros. El Deán y Cabildo manifestaron entonces que “se holgaban mucho de los ascensos del dicho don Carlos y le dieron las gracias por lo bien que había servido en esta santa iglesia”[28]. A finales de ese mismo mes de noviembre, el Cabildo calceatense nombró a Blas de Cáseda, maestro de capilla entonces de la colegiata de Vitoria, como nuevo maestro y tenor, ya que conocía su “habilidad, suficiencia y buenas costumbres”[29].
      En realidad Carlos García había sido nombrado en 1704 como uno de los doce capellanes de voz del monasterio de las Descalzas reales de Madrid. En una lista fechada el 5 de enero de 1709 en la que se nombran los ministros que servían entonces en la Real Capilla de las Descalzas, aparece Carlos García como “músico tenor” con un salario de 400 ducados al año[30]. El maestro de capilla de las Descalzas reales era entonces Miguel Ambiela, que ocupó este cargo de 1707 a 1710. Carlos García sigue apareciendo como tenor de las Descalzas en una lista fechada el 7 de septiembre de 1719, siendo entonces maestro de capilla José de San Juan[31]. La última noticia que tenemos de Carlos García se encuentra en las actas capitulares de Burgos del 30 de octubre de 1720. En estas actas se dice que Carlos García había enviado algunas obras musicales “copiadas y puestas en limpio” en agradecimiento a la “educación y primeros rudimentos de la música” que recibió en la catedral de Burgos. El texto completo de las actas es el siguiente:
Obras de música. Leyóse otra [carta] de don Carlos García Martínez, maestro de capilla [sic] en las Descalzas Reales de la corte, en que remite a su señoría el Cabildo diferentes obras de música copiadas y puestas en limpio, a cuya composición dice se ha dedicado en obsequio del Cabildo, agradecido al beneficio que debe a esta santa iglesia, habiendo recibido en ella la educación y primeros rudimentos de la música; mandósele responder con las más atentas gracias y que las obras se recojan y pongan en custodia por el maestro de capilla”[32].

    Posiblemente Carlos García murió en Madrid, sin que podamos determinar la fecha de su defunción.

Obra
    La obra de Carlos García no es muy abundante y se conserva en su integridad en los archivos de música de las catedrales de Burgos y Santo Domingo de la Calzada. Tan solo conozco una obra que se conserve fuera de estos dos archivos. Se trata de un villancico para la concepción de Nuestra Señora, Ah de la esfera del sol, que se encuentra actualmente en la Hispanic Society of America de Nueva York[33]. Este villancico, sin embargo, debe proceder del archivo de música de la catedral de Burgos, ya que la colección de música española de la Hispanic Society of America procede de la colección de Federico Olmeda, organista y maestro de capilla en Burgos de 1887 a 1907. Esto explica que, entre las obras musicales conservadas en la Hispanic Society of America, abunden las compuestas por maestros burgalenses como Bartolomé Olagüe, Urbán de Vargas, Juan de la Madrid o Manuel Egüés.

Raúl Angulo Díaz

Ediciones
Carlos García Martínez: Misa y motete de difuntos, ed. crítica de Raúl Angulo Díaz, Fundación Gustavo Bueno, Santo Domingo de la Calzada (2013)



[1] Actas capitulares de Burgos. Registro 98 (1720-1723). 30-10-1720, fol. 101v.
[2] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 7-12-1691, fol. 322v.
[3] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 22-10-1691, fol. 308v.
[4] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 1-2-1692, fol. 336.
[5] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 4-2-1692, fols. 336-337.
[6] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 12-09-1692, fols. 410v-411.
[7] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 1-10-1692, fol. 416v.
[8] Actas capitulares de Burgos. Registro 90 (1688-1694). 27-11-1693, fol. 600
[9] Actas capitulares de Burgos. Registro 91(1694-1699). 27-1-1698, fol. 507v.
[10] Actas capitulares de Burgos. Registro 91(1694-1699). 29-1-1698, fol. 509.
[11] Actas capitulares de Burgos. Registro 91(1694-1699). 9-6-1698, fol. 562v.
[12] Actas capitulares de Burgos. Registro 91(1694-1699). 11-8-1698, fol. 581.
[13] Carta de Carlos García conservada en el archivo de la catedral de Burgos, Libro 111, fol. 560.
[14] Actas capitulares de Burgos. Registro 91(1694-1699). 13-8-1698, fol. 584.
[15] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 14-11-1698, fol. 181v.
[16] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 13-5-1699, fol. 192.
[17] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 29-5-1699, fol. 193.
[18] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 26-9-1699, fol. 200.
[19] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 29-7-1701, fol. 254.
[20] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 7-8-1699, fol. 197.
[21] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 8-7-1701, fol. 252.
[22] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 4-11-1701, fol. 265v.
[23] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 4-4-1702, 274v.
[24] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVI (1690-1702). 5-5-1702, fol. 280.
[25] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVII (1703-1707). 12-1-1703, fol. 1.
[26] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVII (1703-1707). 5-9-1704, fol. 50.
[27] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVII (1703-1707). 9-10-1704, fol. 52v.
[28] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVII (1703-1707). 7-11-1704, fol. 56.
[29] Actas capitulares de Santo Domingo de la Calzada. Libro XVII (1703-1707). 28-10-1704, fol. 59.
[30] Carmen María Álvarez: El maestro aragonés Miguel de Ambiela (1666-1733), Universidad de Oviedo, Oviedo (1982), p. 40.
[31] Paulino Capdepón Verdú: “Maestros de capilla del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid en el siglo XVIII (I)”, anales del Instituto de Estudios Madrileños, Vol. 47 (2007), pp. 293-320.
[32] Actas capitulares de Burgos. Registro 98 (1720-1723), 30-10-1720, fol. 101v.
[33] Emilio Ros-Fábregas: “La Biblioteca musical de Federico Olmeda (1865-1909) en la ‘Hispanic Society of America’ de Nueva York”, Revista de Musicología, XX/1 (1998), p. 565.